Esta semana en La Canasta de Amistad, tuvimos la maravillosa oportunidad de presenciar un momento conmovedor que nos recordó la importancia de las pequeñas cosas. Al compartir unas simples canicas con los niños del Cerro Corona, nos dimos cuenta de cuánta alegría pueden brindar y cómo pueden convertirse en un símbolo de esperanza en medio de su realidad desafiante. En un entorno donde escasean las áreas verdes y los espacios de juego, donde solo se ven rocas por doquier en lugar de juegos o columpios, estos niños nos mostraron una lección invaluable. A pesar de las limitaciones y las carencias materiales, su imaginación y su deseo de aprovechar cada día están siempre presentes. Las canicas se convirtieron en una puerta hacia la diversión, en una oportunidad para escapar, aunque sea por un breve instante, de las dificultades que afrontan en el Cerro Corona. Contemplar la alegría radiante en los rostros de los niños al lanzar y rodar las canicas nos llevó a reflexionar sobre nuestra ...
!Sembrando Esperanza Cosechando Amistad!